5º año B Escuela Nº 8
martes, 29 de noviembre de 2016
viernes, 18 de noviembre de 2016
CALSES DE PALABRAS: El Pronombre
Los pronombres no tienen valor por sí mismos, sino representativo; su identidad está dada por el sustantivo a que se refieren en cada caso.
Los pronombres se caracterizan por no tener significado concreto. Más bien tienen funciones que cumplir.
Los pronombres pueden ser: personales, demostrativos, posesivos, indefinidos, numerales, interrogativos, exclamativos y relativos.
PERSONALES: se utilizan para hacer referencia o reemplazar a una persona, animal o cosa. (YO, TÚ, ÉL, NOSOTROS, VOSOTROS, ELLOS)
DEMOSTRATIVOS: Se utilizan para señalar o mostrar la persona, animal o cosa designados por el elemento nominal al que sustituye.
POSESIVOS: Se utilizan para indicar posesión, pertenencia o relación estrecha entre una identidad y una persona gramatical.
INDEFINIDOS: Se utilizan para indicar nociones de cantidad, identidad o de otro tipo de manera vaga o indeterminada.
NUMERALES: Se utilizan para señalar la cantidad del sustantivo, animal o cosa que representan.
Los pronombres se caracterizan por no tener significado concreto. Más bien tienen funciones que cumplir.
Los pronombres pueden ser: personales, demostrativos, posesivos, indefinidos, numerales, interrogativos, exclamativos y relativos.
PERSONALES: se utilizan para hacer referencia o reemplazar a una persona, animal o cosa. (YO, TÚ, ÉL, NOSOTROS, VOSOTROS, ELLOS)
DEMOSTRATIVOS: Se utilizan para señalar o mostrar la persona, animal o cosa designados por el elemento nominal al que sustituye.
POSESIVOS: Se utilizan para indicar posesión, pertenencia o relación estrecha entre una identidad y una persona gramatical.
INDEFINIDOS: Se utilizan para indicar nociones de cantidad, identidad o de otro tipo de manera vaga o indeterminada.
NUMERALES: Se utilizan para señalar la cantidad del sustantivo, animal o cosa que representan.
lunes, 14 de noviembre de 2016
LA ESTANCIA CIMARRONA EN URUGUAY EN EL SIGLO XIX
Una estancia cimarrona del siglo XIX
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G. E. Hudson |
El siguiente texto fue escrito por Guillermo Enrique Hudson, un autor nacido en Argentina en 1841 y fallecido en 1922 en Inglaterra, país del que también fue ciudadano. Vivió su infancia y juventud en Argentina, y visitó en un par de ocasiones al por entonces joven Uruguay. Conoció y relató muchos aspectos de la vida rural de aquellos tiempos, relatos que se encuentran en varios libros suyos. El siguiente es un fragmento de La Tierra Purpúrea, en el que Hudson cuenta sus aventuras en el campo oriental, y entre otras cosas, nos describe con muchos detalles cómo era y cómo se vivía en una típica estancia cimarrona de Paysandú a mediados del siglo XIX.
"La estancia de la Virgen de los Desamparados era un cuadrado edificio de ladrillo de regular tamaño, plantado sobre una colina que dominaba un inmenso trecho de terreno ondulante cubierto de hierba. No había ninguna arboleda cerca de la casa, ni siquiera un solo árbol de sombra o planta cultivada; había, en cambio, algunos grandes corrales para el ganado, del cual tenían seis o siete mil cabezas. La falta de sombra y verdura daba al lugar un aspecto melancólico (…)
Empecé inmediatamente a establecerme en la cocina. No parecía que nadie en la casa entrase jamás ni aun por casualidad en las otras piezas. La cocina era enorme; parecía un granero, y era de no menos de trece a catorce metros de largo y de proporcionada anchura; el techo era de paja, y [había un] fogón, situado en el centro de la pieza, [que] consistía en una plataforma de barro cercada por [huesos de vaca] medio enterrados verticalmente en el suelo. Desparramadas, aquí y allí, había algunos soportes y teteras de fierro, y desde [una de las vigas] que soportaba el techo, colgaba una cadena con un gancho, del que colgaba una enorme olla de fierro; [una parrilla] de unos dos metros de largo completaba la lista de los utensilios de cocina. No había ni sillas, ni mesas, ni cuchillos, ni tenedores; cada cual llevaba su propio cuchillo; a la hora de comer se echaba el puchero en una gran fuente de lata, mientras que del asado cada uno se servía de [la parrilla] misma, tomando la carne con los dedos y cortándose su tajada. Algunos troncos de árbol y cabezas de caballo servían de asientos.
Tenían habitación en la casa una mujer —una vieja negra y canosa, horriblemente fea, de unos setenta años de edad— y unos dieciocho o veinte individuos de diversas edades y tamaños, y de todos los matices de cutis imaginables, desde el color blanco de pergamino hasta el de vieja madera de encina. Había un capataz y siete u ocho peones, siendo los demás todos agregados, o hablando claro, un tropel de vagabundos que se apegan a esta clase de establecimientos como perros errantes atraídos por la abundante carne, y que, de tarde en tarde, ayudan a los peones en sus tareas; también juegan un tanto por dinero y a veces roban para costear sus [pocos] gastos. Al apuntar el día, cada uno se hallaba en pie y sentado al lado del fogón [tomando un mate] y fumando su cigarrillo; antes de salir el sol, todos estaban ya montados a caballo [arriando] el ganado en el campo (…); volvían a mediodía a almorzar.
La carne consumida y la que se desperdiciaba era algo atroz. Después del almuerzo se tiraban con frecuencia hasta diez o quince kilogramos de carne cocida y asada en una carretilla, llevándose en seguida al basurero, donde servía para sustentar a veintenas de halcones, gaviotas y caranchos, además de los perros.
(…) Pasados varios días, empezó a cansarme la comida exclusivamente de carne, pues ni una galleta [se podía conseguir] (…) Se me ocurrió que con tantas vacas se podría conseguir leche e introducir un poco de variedad en nuestra comida. Esa misma noche (…) propuse que al día siguiente enlazáramos una vaca y la amansáramos. (…) La negra (…) dijo que desde la visita del dueño y su joven esposa a la estancia hacía doce años, nunca jamás se había ordeñado en ella una sola vaca. En ese tiempo tenían una vaca lechera, y de haber bebido mucha leche la señora, antes de desayunarse, tuvo un empacho tal que hubo que darle polvos de estómago de avestruz, y, por último, llevarla con gran dificultad en una carreta de bueyes a Paysandú, y de allí, por el río, a Montevideo. El dueño ordenó que soltaran al animal, y nunca, a su saber, desde aquella fecha, se había ordeñado una vaca en la Virgen de los Desamparados."
sábado, 12 de noviembre de 2016
TRABAJAMOS EN ORALIDAD
Con este video el docente hace reflexionar a los niños sobre un tema real. Además se busca que el niño fortalezca sus argumentos en sus producciones orales.
martes, 8 de noviembre de 2016
Evaluación - RESUMEN
Susto a bordo de un avión: una víbora obliga un
aterrizaje de emergencia
Una víbora que viajaba de "polizón" en un avión mexicano fue
descubierta por uno de los pasajeros y los pilotos tuvieron que realizar un
aterrizaje de emergencia.
Una víbora que "viajaba de polizón" en un avión de
la línea Aeroméxico, que salió de Torreón, Coahuila, con destino a la Ciudad de
México,
fue descubierta por el rector de una universidad, quien logró capturarla y compartió el video en su muro de Facebook. El incidente, bautizado en redes sociales como "Serpiente a bordo", ocurrió el domingo en el vuelo 231, cuando el reptil salió del último compartimiento superior del equipaje y fue sorprendida por Indalecio Medina Hernández, rector de la Universidad Politécnica de la Región Laguna (UPRL).
Medina Hernández grabó con su celular el momento en que aparece la víbora, de aproximadamente metro y medio, y se descuelga para caer en un asiento del avión que salió a las 14:10 horas del aeropuerto Francisco Sarabia de Torreón y que aterrizó a las 16:00 horas en la terminal aérea de la capital del país.
Las sobrecargo avisaron a los pilotos quienes de inmediato pidieron apoyo para efectuar un aterrizaje de emergencia.
"Me tocó hacerla de atrapa-serpientes con una manta y obvio la pusimos a leer un rato colocándole unas revistas (encima). Pero no se preocupen... La víbora si llegó vivita y coleando, asustada y sin pagar boleto, expresó Medina Hernández.
fue descubierta por el rector de una universidad, quien logró capturarla y compartió el video en su muro de Facebook. El incidente, bautizado en redes sociales como "Serpiente a bordo", ocurrió el domingo en el vuelo 231, cuando el reptil salió del último compartimiento superior del equipaje y fue sorprendida por Indalecio Medina Hernández, rector de la Universidad Politécnica de la Región Laguna (UPRL).
Medina Hernández grabó con su celular el momento en que aparece la víbora, de aproximadamente metro y medio, y se descuelga para caer en un asiento del avión que salió a las 14:10 horas del aeropuerto Francisco Sarabia de Torreón y que aterrizó a las 16:00 horas en la terminal aérea de la capital del país.
Las sobrecargo avisaron a los pilotos quienes de inmediato pidieron apoyo para efectuar un aterrizaje de emergencia.
"Me tocó hacerla de atrapa-serpientes con una manta y obvio la pusimos a leer un rato colocándole unas revistas (encima). Pero no se preocupen... La víbora si llegó vivita y coleando, asustada y sin pagar boleto, expresó Medina Hernández.
lunes, 7 de noviembre de 2016
EQUILIBRIO TERMICO
ESTE ES UN ENLACE DE UNA PAGINA INTERACTIVA DEL PORTAL CEIBAL DONDE PODREMOS TRABAJAR SOBRE EQUILIBRIO TERMICO
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jueves, 3 de noviembre de 2016
EL RESUMEN
Subrayado Investiga: el bullying en Uruguay
Hostigamiento escolar, que genera aislamiento y hasta suicidios. Opinan los expertos y las víctimas. Uruguay está cuarto en Latinoamérica en casos de bullying.
Según los datos disponibles, un 30% de los estudiantes uruguayos reconoce haber sufrido bullying, lo cual coloca al país como cuarto en Latinoamérica.
El acoso u hostigamiento escolar, también conocido como bullying, es cualquier forma de maltrato físico o psicológico verbal sistemático entre escolares o liceales. Esto suele generar miedo a ir a la escuela, depresión, aislamiento o incluso el suicidio.
Para que suceda se necesita un hostigador, un niño malo, que viene con carencias, que necesita compensar a partir de someter al otro, inflingir miedo y ser el fuerte, explicó Lorena Estefanell, psicóloga especialista en niños y adolescentes.
Además, se precisa una víctima, un chico con carencias, que no se sabe defender, que le cuesta participar en grupos, que generalmente está solo y por eso se suele transformar en víctima. Finalmente, el círculo se completa con un grupo de espectadores, que son los que mantienen estas situaciones, que no se meten porque le temen al hostigador.
En Uruguay no hay un protocolo que regule qué hacer en estos casos. Cada institución actúa de acuerdo a sus casos y a sus posibilidades.
Una adolescente , de 18 años, sufrió bullying y contó a Subrayado su experiencia. Dijo que no salía de su cuarto, que llegó a lastimarse a ella misma y a tener mala relación con su familia y sus amigos. Pero logró salir y ahora cuenta que lo importante es darse cuenta de que “si vos no te sentís inferior a una persona esa persona no se puede aprovechar de vos”
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